miércoles, 2 de enero de 2013

Como una mariposilla que intenta escapar de una jaula de cristal, pequeña e indefensa, atada por esas cuerdas invisibles que cada día dañan mas su pobre armazón, aquel que construyo en vano hace tantos y tantos años para protegerse de un mundo lleno de villanos llamados "palabras". "-Cierra los ojos pequeña, todo estará bien" se dice cada noche antes de dormir, mirando al techo intentando recordar quién sabe qué recuerdo feliz de hace quién sabe cuando. Oh, dulces sueños... allí donde todo es posible, donde puede ser quién quiera ser y escapar por fin de este mundo que cada día mas le atormenta. Alta como la luna, bella como una princesa, libre como Peter Pan, viajando cada noche al país de Nunca Jamás. No mas responsabilidades, no mas quehaceres inútiles, no mas palabras demasiado altas, ni susurros inaudibles. Se acabó el caminar sobre cristales, se acabó el sanar al corazón con tiritas. 

  
Y tras una noche en la que volar era seguramente lo mas complicado, abre los ojos para recibir de un puñetazo a la cruda realidad: dolor, sufrimiento, tristeza, egoísmo, hipocresía, incomprensión, injusticias, intolerancia... 

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