martes, 20 de septiembre de 2011

A veces unas palabras sinceras pueden ser el mejor remedio para un corazon roto y por muy simples que parezcan son capaces de llegar hasta lo mas hondo, y tocarte esa parte sensiblona de tu triste corazoncito provocando una variante de lagrimas, las lagrimas de felicidad. Esas que casi nunca aparecen, que se esconden y escapan de ti raudas y veloces encontrando mil rincones de donde nunca las podras sacar... Pero lo cierto esque vale la pena intentar que broten, porque creeme que el rastro que dejan tras su paso es capaz de borrar la tristeza de tu rostro.
"no cambies nunca que no hay nadie en el mundo con una sonrisa tan bonita y con un estilo tan caracteristico, sabes que siempre voy a estar ahi para lo que necesites..."

  GRACIAS

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