viernes, 17 de febrero de 2012

Átame el corazón para que no vaya corriendo detrás de más idiotas, córtame las alas e impídeme volar a ese mundo donde aún existe un príncipe azul. Tápame los ojos, aprétame la venda y evítame mirar, evíta que me vuelva a cegar con un corazón marchito. Cóseme las heridas, curame con alcohol, azme sentir dolor, azme sentir que sigo viva... Grítame al oído si me ves pensando de más, si me ves dibujando corazones en el margen de la hoja. Prohíbeme soñar con besos sabor sus labios, con miradas de esas que te rozan el alma y te hielan los huesos. No me dejes olvidar el sonido de un adios, no me dejes olvidar que el amor también tiene fecha de caducidad. Azme ver la realidad, no permitas que mi corazón se vuelva a desgarrar.


Tira la llave de mi corazón al río, escóndela en la pesadilla más aterradora, en el estómago de un dragón, en el polo norte o en el polo sur, guárdala como si fuera un tesoro, guárdala hasta que aparezca "él". 

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