miércoles, 15 de febrero de 2012

¿Qué quieres? ¿Cuál es tu deseo más profundo? ¿El anhelo de tu corazón? Normalmente la gente te responderá cosas materiales, banalidades de la vida, simples objetos que se pueden comprar y vender: un coche, una casa, ropa nueva... Ella no ansiaba nada de eso. No quiero decir que no tuviera deseos materiales como todos los mortales, pero lo que más deseaba era amar. Quería notar como le temblaban las piernas y le revoloteaban mariposillas en el estómago. Quería sentir una atracción que rozara la locura, una adicción insana que unicamente pudiera ser calmada con un beso o un te quiero a media noche. Deseaba volar sin tener que desplegar las alas, conocer cada rinconcito del mundo de la mano de otro corazón, esos pequeños detalles que solo descubres cuando estas enamorado. Quería ser feliz. No es que en su vida se considerara una persona carente de felicidad ni mucho menos, pero aún así sentia que le faltaba algo... sentia vacío su corazón, estaba desbordada de cariño, de ese tipo de cariño que surge en lo mas profundo de tu ser para acabar colandose por las cañerías. Soñaba con vivir una historia de verdad, nada de cuentos perfectos, algo que traspasara la normalidad. Amar hasta que duela. 


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