domingo, 5 de mayo de 2013

Nadie sabe por lo que estoy pasando, nadie sabe el número de veces al día en que me imagino como podría acabar con todo esto, a nadie le he contado lo mucho que necesito que me rescaten de este puñetero pozo sin fondo. La angustia me consume, la rabia se agolpa en forma de grito, la desesperación emana de mi cuerpo en forma de lágrimas. Cuanto mas necesito de mis seres queridos menos apoyo recibo. Que casualidad que siempre que estoy por los suelos el único que me consuela es un tal silencio. Sería tan fácil mandarlo todo a la mierda, sería tan fácil dejar de sufrir... Si no me diera tanto miedo la muerte lo habría hecho hace mucho tiempo, en vez de eso gasto los días y pierdo la vida. El tiempo pasa, los años pesan y yo sigo en el mismo punto. No os hacéis una idea de lo jodido que es ésto... Os pensáis que son bajones, que no tengo razones para estar así, pero lo que realmente pasa es que con cada bajón me hundo un poco mas. Doy un paso y retrocedo dos. Nadie sabe como me siento, nadie puede ayudarme, nadie sabe como hacerlo, nadie sabe las ganas que tengo ahora mismo de mandarlo todo a la mierda, nadie sabe la de veces que he estado así en los últimos meses... No se que va a ser de mi, este puto año va a acabar conmigo y con la poca salud física y mental que me queda. 
Y si algún día decidiera saltar todos se preguntarían el  por qué lo hice. ¿Queréis saber su nombre? Se llama depresión

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